Aquella tarde estaba en un jardín muy lindo; estaba relajado y distendido. Disfrutando del paisaje y las flores, del aire limpio y de el sol en mi cuerpo.
Y todo era lindo hasta que veo una oruga; ella estaba comiendo una planta hermosa. Estaba quitándole belleza a la planta y eso me enojó.
Quien era la oruga para estar lastimando y quitando lo lindo de aquella planta. Y como ella no puede defenderse, yo actué en su nombre.
No, no la maté como pareciera. Tan solo la quité de esa planta y la dejé en otra planta, una más común.
Transcurrieron muchos días y con el paso de ellos yo me fui olvidando de aquel suceso. Hasta el punto de que pasó a ser un recuerdo olvidado.
Hace unos instante pasó volando una mariposa delante mío; y yo me extasié por su presencia. Sus colores eran únicos e irrepetibles; las formas eran armoniosas entre sí.
La seguí con la mirada y vi bailar con el viento; ningún animal la molestaba pues ella era la representación de la belleza en si misma.
La mariposa bajo suavemente hasta posarse en mi nariz. Este acto me llenó de júbilo.
Me sentía el encantador de mariposas.
Esto duró hasta que ella me habló y me dijo: "Yo soy quien tu quitaste de la planta bella; yo soy parte de aquella planta. Yo soy la oruga que estaba siendo malvado para tí. Los juicios nos hacen perder la perspectiva. Perder la perspectiva de las cosas hace que cometamos errores, pensando que son actos ciertos.".
Y aunque no puedan creerlo, me dio un beso con su lengua y se fue volando...
La perspectiva, es un bello acto hacer uso de ella
- Por fecha 17/02/2015 -
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