Tan simple es todo; que por complejos que somos es que lo hacemos difícil. La dificultad sobre las cosas, nos permite la justificación y desligarnos de nuestra responsabilidad.
La vida es simple; el vivir es sencillo.
Amar es simple, como también lo es el perdonar.
Aceptar es simple cuando no hay ego que nos empobrece nuestra mente.
Tantas veces nos han dicho que lo que cuesta vale, que hemos llegado a desea que nos cueste más. Que sea más difícil para que tenga más valor.
Y en esta espiral descendente, cada vez nos mutilamos más, nos dividimos más, nos alienamos más. Cada vez somos menos lo que sentimos, porque lo que cuenta es lo que valemos y ello se mide por lo material.
La naturaleza es muy sabia, siempre es, ha sido y será la maestra primordial. Es el proceso para el cambio, el despertar y recordar que somos primeramente animales, luego tenemos la capacidad de razonar.
No nos vemos como animales, por ello es que anulamos nuestra intuición, percepción y los valores elevados.
El pensar y razonar nos ha llevado a distanciarnos de nuestra parte sensible, que es lo que somos realmente.
Valor. Simple. Naturaleza. Sensible.
Es nuestro deber darle nuevo significado a estas palabras.
Valorar las cosas por lo que valen, en si mismas...
Simple son las cosas, los complicados somos nosotros...
Naturaleza es nuestra maestra divina que acepta y ama hasta a sus alumnos "más revoltosos"...
Sensible es nuestra condición en esta experiencia; antes de cualquier otra cuestión, sentimos. Al sentir podemos accionar, sino reaccionamos -al estar ausentes-...
- Por fecha 04/05/2016 -
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