Que puedo decirme, más que "la decisión de cambiar de energía, actitud, disposición, estado" me pertenece. Que yo soy quien dibuja y pinta las cosas; que soy yo quien elije como ver las cosas, sentirlas y oírlas.
Yo tengo mi propia decisión de aceptar, soltar y continuar; de a que apegarme y de los motivos de aquel apego.
Yo me digo estas cosas, y otras más, para recordarme y estarme presente constantemente.
Recordarme que es mi vida, es mi modo, mi gusto y mi sabor. Es para recordarme que decido mi vida y que esa decisión radica en vivirla o no vivirla, en estar presente o estar ausente.
Estar presente concientemente es vivir la vida, es abrir los ojos. Es ver lo feo, es ver o duro, es ver lo doloroso; es ver "la miseria" que hay en mí para poder sanar esa parte.
Decido el cambio y mantengo el cambio. Ese es proyecto para sanarme, para sanar mi dolor y todo lo que niego de mi.
Pasar por mi "infierno" para habitar mi "paraíso".
Revelar lo negado, para amarme.
Soltar el pasado, vivir el presente.
Sonreír y sentirme amado.
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