Digo damos, y quiero decir doy. Digo doy y siento que queda mejor decir damos.
Damos por sentado lo realmente importante, valioso, gratificante, real y bello de la vida.
Andamos detrás de logros materiales y posesiones, competimos por ser mas "valioso" que un otro y nos alienamos para ser aceptados.
Y hoy, he recordado que tengo 10 dedos en mis manos los cuales me permiten escribir, señalar, agarrar el tenedor y cuchillo y limpiar mis lágrimas. Y tengo dos ojos, que pueden ver la belleza que es TODO a mi derredor.
Tengo dos oídos que me permite escuchar desde la música hasta el leve sonido que hace un escarabajo al caminar, entre ellos escuchar el beso en mi mejilla de las personas que quiero y la risa abrasadora de alguien, conocido o no, realmente feliz. Tengo dos piernas y puedo andar con la libertad que pienso solo tendría con alas.
Tengo mi cuerpo sano y funcional, y con ello digo muchísimo. Y a todo ello mi cabeza, mis ideas, mis obligaciones y necesidades -las que ya están inculcadas en mi cabeza y que no creo que realmente ninguna sea propia mía-.
Hoy es volver a recordar y jugar con la realidad, sin virtual. Realidad real de mis aptitudes, habilidades y de lo que considero más común y corriente.
Así es como dejo de lado todas las trabas, los miedos, las cargas, las presiones y dolores; los miedos y los mandatos y mandamientos se consumen como un papel en el fuego.
Libre de esa irrealidad, de esa "realidad que me impongo" y con la cual intento vivir mi vida. Y como poder vivir algo que nunca es suficiente, a lo que siempre le va a faltar algo o que siempre va a ser menos que otra cosa...
Y tomo un respiro y miro, escucho, siento y percibo todo lo que está pasando. A mi alrededor y dentro mi. En toda mi experiencia que es mi único y real presente.
Damos por sentado lo realmente importante, valioso, gratificante, real y bello de la vida.
Andamos detrás de logros materiales y posesiones, competimos por ser mas "valioso" que un otro y nos alienamos para ser aceptados.
Y hoy, he recordado que tengo 10 dedos en mis manos los cuales me permiten escribir, señalar, agarrar el tenedor y cuchillo y limpiar mis lágrimas. Y tengo dos ojos, que pueden ver la belleza que es TODO a mi derredor.
Tengo dos oídos que me permite escuchar desde la música hasta el leve sonido que hace un escarabajo al caminar, entre ellos escuchar el beso en mi mejilla de las personas que quiero y la risa abrasadora de alguien, conocido o no, realmente feliz. Tengo dos piernas y puedo andar con la libertad que pienso solo tendría con alas.
Tengo mi cuerpo sano y funcional, y con ello digo muchísimo. Y a todo ello mi cabeza, mis ideas, mis obligaciones y necesidades -las que ya están inculcadas en mi cabeza y que no creo que realmente ninguna sea propia mía-.
Hoy es volver a recordar y jugar con la realidad, sin virtual. Realidad real de mis aptitudes, habilidades y de lo que considero más común y corriente.
Así es como dejo de lado todas las trabas, los miedos, las cargas, las presiones y dolores; los miedos y los mandatos y mandamientos se consumen como un papel en el fuego.
Libre de esa irrealidad, de esa "realidad que me impongo" y con la cual intento vivir mi vida. Y como poder vivir algo que nunca es suficiente, a lo que siempre le va a faltar algo o que siempre va a ser menos que otra cosa...
Y tomo un respiro y miro, escucho, siento y percibo todo lo que está pasando. A mi alrededor y dentro mi. En toda mi experiencia que es mi único y real presente.
Comentarios