Ir al contenido principal

Dolor -Parte I-

El dolor no está bien visto, al dolor lo tenemos mal catalogado. Lo vinculamos con algo negativo y hoy, creo y siento es honesto comentar las virtudes del dolor, darle ese galardón que pocos sabemos darle.

El dolor es aquel estado que te recuerda que estás vivo. Te conecta con la vida misma, aunque sea desde un lugar al que no queremos ir, ni ver.
El dolor despierta tus sentidos, abre tus ojos, acalla tu boca.
El dolor ayuda a que tu corazón lata y brote lo negado por todo tu cuerpo.

Y porque, se podrían preguntar, que esto es algo positivo y bueno?. Y tan solo podría decirles que poder sanar lo negado siempre es bueno, es bello, es liberador.
Afrontar el dolor interno, quitando excusas y justificativos en el afuera hace que uno pierda. Pierde toda posibilidad de escape, de esquive y de negación.
El dolor está aquí, presente, frente a mi. Tan frente que está en mis propios ojos, piel y saliva que trago y raspa por mi garganta.

El dolor me permite bajar hasta mi cueva más profunda, mi catacumba de negación. El dolor allí es mi guía y asistente.
El nunca me lastimaría, ni lastimará; ni menos me lastimó en el pasado.
Este concepto nos lo enseñaron y nos lo hicieron repetir por casi una eternidad -o al menos por casi esta vida-. Nos dijeron que al dolor hay que tenerlo lejos o acallarlo, y es justamente lo contrario.

El valor de ver al dolor, el coraje de sentir es algo revelador, es un acto épico de amor con uno mismo.
Llegar hasta aquel lugar que nunca quisimos visitar, llegar y abrazar a aquel niño que quisimos negar.
Sentir dolor sin buscar otra explicación ni excusa. Sentir dolor y llenar ese vacío que estaba antes y que no podíamos descifrarlo. No podíamos darle nombre porque lo tapábamos con una manta.

Y al llegar a aquel lugar tan profundo del mar, tan lejos de la superficie que la luz no penetra, vemos que podemos ver lo que creíamos no existía. Nosotros somos la luz que ilumina aquel suceso.
Y el dolor es quien nos permite resistir la presión de aquel abismo, de aquel lecho oscuro. Y es el dolor quien nos asiste para llegar y para subir.

Y aunque creemos que de aquel momento agobiante, destructivo y mutilador subimos habiendo dejado algo allí. Habiendo perdido una parte de nuestra vida, lo que hacemos es darle vida a una parte nuestra; justamente lo opuesto a lo que creemos.
Ese momento vacío, carente de color, forma y sonido pasa a tener forma, color y sonido. Es aquella presión en el pecho, aquellas lágrimas que brotan de los ojos cargados y aquel llanto silencioso -o no- que brota.

Hoy, mi dolor, toma nueva perspectiva. Hoy dejo de estar dentro del dolor para que el dolor esté dentro mio y poder sanarme con él.
Hoy es el primer paso para la re construcción de mi pasado, de mi amor, de mi persona desde un nuevo lugar.
Este nuevo lugar es desde el amor. A este nuevo lugar he llegado acompañado, asistido y cuidado por el dolor.

Expectativa Cero


Comentarios

Entradas más populares de este blog

ca..alidad

Casualidad. Causalidad. Esto es algo sobre lo siempre se ha hablado. Ha trascendido muchas generaciones y aun así sigue vigente en el pensamiento y charla entre personas. Algunas religiones no discuten sobre ello ya que todo es por obra del señor, ya sea lo bueno o malo. El hombre de esta época ya posee hasta una muletilla, sobre el tema en cuestión, en el dialogar o hasta en su propio pensar. Yo conocí la diferencia de joven, teniendo 17 años. Fue una noche en la que aprendí y también vi la diferencia entre una palabra y la otra. Creo que preferimos utilizar una palabra porque es más sencilla, practica y también nos desvincula de nuestro hacer y de nuestro aprendizaje. La casualidad es algo fortuito; y honestamente, y luego de haber vivido algunos años, siento que no existe nada fortuito. Todo es un acontecer de sucesos, elecciones y acontecimientos. He aprendido a hacerme responsable de los sucesos, de los resultados y también de mis elecciones. La suerte no participa en m
Momento de paz - Por fecha 30/12/2014 -  Expectativa Cero

Quien

Quien tiene y no quiere. Quien quiere y no tiene. Quien pide y lo hace mal. Quien hace mal y no pide. Quien te sonríe muestra los dientes, mejor que muestre lo que oculta a sus dientes. Quien te abraza te tiene agarrado, mejor saber quien te abraza porque así se sabe para que lo hace. Quien te da un beso te saluda, mejor no saludar a ciertas personas. Quien te llama para hablar, mejor saber para que llama; muchos lloran por estar acostumbrados a llorar. Quien dice las cosas es malo. Quien calla las cosas es bueno. Quien miente es alguien amoroso. Quien dice la verdad es alguien odioso. Quien sabe cual es la verdad, si tan solo tenemos una idea personal de las cosas Quien sabe que es lindo, si tan solo lo vemos por nuestros ojos. Quien dice que te ama, ¿te ama o tiene miedo de estar solo o sola? Quien te felicita lo que haces, ¿te felicita o te adula o tan solo es hipócrita?. Quien pudiera contestar esto, ¿lo estaría haciendo honestamente? Quien es bueno