Cada paso que doy es un debate interno, una lucha desgastante en la cual termino rendido. En esta pelea, él sabe donde pinchar, donde tocar y que parte de mi cerebro accionar para que yo mismo me ponga en contra mio. Él sabe que decir para que su aliada entre en acción, y solo la usa de ser extremadamente necesario.
Es una puja en la cual pierdo, cualquiera sea el caso.
Dispongo mis energía en debatirle, enfrentarla desde el razonamiento e intentar convencerla y así quedo yo, agotado; y así queda él, apoderado de mi energía vital.
Y lo peor es que no presume de su victoria, esa carta nunca la juega.
Es su estrategia el utilizar recursos que le sean funcionales para someterme, doblegarme y autocastigarme.
Él nunca levantará su "mano" sobre mi, ni dirá nada. El tan solo me trasmitirá lo que quiere que haga, diga, sienta y viva con información que llega directamente a mis partes blandas, a esas zonas donde sus aliados pueden hacer que la balanza vuelva a estar a su favor.
Ha nacido al momento de mi nacer; es más se dice que se ha gestado al momento de mi gestación.
Conoce todo de mi, conoce todo de mi padre y madre y de sus padres y sus madres. Conoce más de la humanidad que un historiador o cien bibliotecas juntas.
Él tiene la llave con la que puede acceder a todos lados, y así la utiliza. Pero tan solo cuando es necesario, no le gusta exponerse; prefiere jugar desde la neblina, con sus ojos brillantes.
Destruye sin tocar, consume sin mostrar sus dientes. Hace oídos sordos y habla tan por lo bajo que lo escuchas, porque parece un susurro.
A cada batalla que yo he estado atento que libraba, y que he llegado a tener el coraje de decidir por mi; de aceptar perder, morir -simbólicamente, él ha perdido acceso a esa parte mía, a ese "cuarto" que está dentro de "mi hogar".
Este al cual hago referencia, repito y lo presento sin nombrarlo no es más que el MIEDO.
Él utiliza a la INSEGURIDAD, la DUDA, la BAJA ESTIMA, la NECESIDAD, la FALSA ACEPTACIÓN y VALORACIÓN para llegar hasta aquellos lugares recónditos nuestros en los cuales somos manipulables, o peor aún totalmente manejables.
Y conoce como llegar porque, en esencia, todos -o la gran mayoría- padecemos de lo mismo; así ha sido por tantas generaciones que más fácil sería decir que viene desde casi el mismísimo comienzo de la raza.
Deseo dejar en claro que del miedo que me refiero no es al instintivo, que grita "corre" cuando hay un león cerca.
Estoy hablando del miedo que te sugiere mantenerte en tu zona de confort, por ejemplo. Este miedo busca anular la posibilidad de vinculación con los propios sentimientos y deseos de vivir nuestra vida. Este miedo busca mantenernos estáticos, haciéndonos creer que vivimos.
Afrontar a este miedo es no correr de él, es hacerle frente. Es definir quien va a elegir.
El susurro que me llega puede ser tomado como un grito de escape o como una simple notificación para accionar hacia donde está nuestro deseo.
Tu peor enemigo puede ser tu mejor aliado; utilizando la información, teniendo un mapa de su accionar, un patrón bien detallado de su mecanicidad.
Y si solo no puedo pararme firme para hacerle frente, pido ayuda. Hago esto denunciando a mi miedo a un ser amado que esté cerca mío, que quiera lo mejor para mi.
Denunciarlo es ponerlo evidencia. Es sacarlo de aquellas "tinieblas" y dejarlo bien al descubierto para que sus trucos no tengan fuerza.
Quitarle su máscara, sus artimañas y trucos lo hace predecible y, por ende, funcional.
El miedo es aquel gobernador de las carencias y desvaloraciones que tenemos de nosotros mismos; las cuales nos han inculcado y dado de mamar hasta inconscientemente.
He aprendido a hacerme unas preguntas y las comparto:
¿Que me dice el miedo? -por ende hago exactamente lo que me dice que no haga-.
¿Como quiero "morir"? -elijo "morir", perder, fallar, errar, etc siendo honesto y congruente con mi vida-.
¿Quien elije por mi? -si esta respuesta no es YO, freno y reviso que es lo que yo deseo-.
¿Para que me está sucediendo? -para poder ver, trabajar y corregir; para poder curarme y estar mejor-.
¿Donde estoy? -si no es acá, ahora, eligiendo, freno y me habito en el presente-.
Es una puja en la cual pierdo, cualquiera sea el caso.
Dispongo mis energía en debatirle, enfrentarla desde el razonamiento e intentar convencerla y así quedo yo, agotado; y así queda él, apoderado de mi energía vital.
Y lo peor es que no presume de su victoria, esa carta nunca la juega.
Es su estrategia el utilizar recursos que le sean funcionales para someterme, doblegarme y autocastigarme.
Él nunca levantará su "mano" sobre mi, ni dirá nada. El tan solo me trasmitirá lo que quiere que haga, diga, sienta y viva con información que llega directamente a mis partes blandas, a esas zonas donde sus aliados pueden hacer que la balanza vuelva a estar a su favor.
Ha nacido al momento de mi nacer; es más se dice que se ha gestado al momento de mi gestación.
Conoce todo de mi, conoce todo de mi padre y madre y de sus padres y sus madres. Conoce más de la humanidad que un historiador o cien bibliotecas juntas.
Él tiene la llave con la que puede acceder a todos lados, y así la utiliza. Pero tan solo cuando es necesario, no le gusta exponerse; prefiere jugar desde la neblina, con sus ojos brillantes.
Destruye sin tocar, consume sin mostrar sus dientes. Hace oídos sordos y habla tan por lo bajo que lo escuchas, porque parece un susurro.
A cada batalla que yo he estado atento que libraba, y que he llegado a tener el coraje de decidir por mi; de aceptar perder, morir -simbólicamente, él ha perdido acceso a esa parte mía, a ese "cuarto" que está dentro de "mi hogar".
Este al cual hago referencia, repito y lo presento sin nombrarlo no es más que el MIEDO.
Él utiliza a la INSEGURIDAD, la DUDA, la BAJA ESTIMA, la NECESIDAD, la FALSA ACEPTACIÓN y VALORACIÓN para llegar hasta aquellos lugares recónditos nuestros en los cuales somos manipulables, o peor aún totalmente manejables.
Y conoce como llegar porque, en esencia, todos -o la gran mayoría- padecemos de lo mismo; así ha sido por tantas generaciones que más fácil sería decir que viene desde casi el mismísimo comienzo de la raza.
Deseo dejar en claro que del miedo que me refiero no es al instintivo, que grita "corre" cuando hay un león cerca.
Estoy hablando del miedo que te sugiere mantenerte en tu zona de confort, por ejemplo. Este miedo busca anular la posibilidad de vinculación con los propios sentimientos y deseos de vivir nuestra vida. Este miedo busca mantenernos estáticos, haciéndonos creer que vivimos.
Afrontar a este miedo es no correr de él, es hacerle frente. Es definir quien va a elegir.
El susurro que me llega puede ser tomado como un grito de escape o como una simple notificación para accionar hacia donde está nuestro deseo.
Tu peor enemigo puede ser tu mejor aliado; utilizando la información, teniendo un mapa de su accionar, un patrón bien detallado de su mecanicidad.
Y si solo no puedo pararme firme para hacerle frente, pido ayuda. Hago esto denunciando a mi miedo a un ser amado que esté cerca mío, que quiera lo mejor para mi.
Denunciarlo es ponerlo evidencia. Es sacarlo de aquellas "tinieblas" y dejarlo bien al descubierto para que sus trucos no tengan fuerza.
Quitarle su máscara, sus artimañas y trucos lo hace predecible y, por ende, funcional.
El miedo es aquel gobernador de las carencias y desvaloraciones que tenemos de nosotros mismos; las cuales nos han inculcado y dado de mamar hasta inconscientemente.
He aprendido a hacerme unas preguntas y las comparto:
¿Que me dice el miedo? -por ende hago exactamente lo que me dice que no haga-.
¿Como quiero "morir"? -elijo "morir", perder, fallar, errar, etc siendo honesto y congruente con mi vida-.
¿Quien elije por mi? -si esta respuesta no es YO, freno y reviso que es lo que yo deseo-.
¿Para que me está sucediendo? -para poder ver, trabajar y corregir; para poder curarme y estar mejor-.
¿Donde estoy? -si no es acá, ahora, eligiendo, freno y me habito en el presente-.
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