Como podrán atraparme, si me siento libre.
Es que comprendo que mi vida me pertenece, estando en donde esté. Yo dispongo de mi estado, más allá de lo que quieran hacerme creer.
Como podrán condicionarme, si me valoro a mi mismo.
Es que pude entender que aquella balanza, de la justicia y equilibro, reside dentro mío y que lo externo es tan solo una opinión; información para asimilar y mejorar, para corregir o ratificar.
Como podrán dominarme, si yo soy mi propio rey y reina.
Es que domino mi vida, y lo hago en base a la justicia divina, o justicia cósmica y natural. Allí hay armonía y flujo constante.
Como podrán hacerme sentir miedo, si me amo.
Es que entiendo que el miedo es dos cosas, o un aviso lógico racional o una respuesta ilógica e irracional. Y ante la primera, debo cuidarme y ante la segunda debo iluminar para poder ver que es lo que realmente sucede detrás de aquella maqueta, mal hecha, que el miedo quiere presentarme.
Como podrán estandarizarme, si ya se que estoy fuera de molde.
Es que veo a cada uno como un ser humano con diversas medidas y colores; es que entiendo que cada cual tiene una opinión particular y que compartir la propia es multiplicar posibilidades y conocimiento.
Como podrán contra mi, si yo estoy a favor mio.
Es que entendí que solo pueden lograr todo lo que intentan, si me enfrento en su guerra. Y ya puedo comprender que mi batalla es la paz, que mi arma es el amor y que mi estrategia es la consciencia.
Como podrán hacer cualquier cosa, si yo estoy dispuesto y disponible a vivir mi vida.
Ya no compro sus estándares ni sus reglas. Los siete pecados capitales son excesos de una condición humana, y como tal ellos me conforman. Pero soy yo quien los dispongo.
Tampoco sucumbo a sus ideologías y religiones, ni sus sectas ni grupos selectos de evolucionados.
Los extremos están en mi, conformándome. Es mi deber el estar consciente de mis carencias para balancearlas.
El amor es la justa medida de todo acto.
Y ahora veo mi pasado y comprendo que el camino transitado y todos sus paisajes y experiencias me permitieron aprender y encontrar mi senda, aquella que está bajo mis pies hoy.
Multiplicar ese concepto es que cada cual encuentre su senda y que nadie siga la mía.
Como podrán... si el que puedo soy yo.
Lo digo. Lo declaro. Lo decreto.
Con Amor y en Armonía; con lo que simboliza Dios (cualquiera sea mi deidad ya que todas, liberadas de la tinta humana, nos inspiran a revelar lo mejor del ser humano).
Y ahora me digo: Podré... y me pongo en acción.
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