Caen del cielo gotas que antes le fueron suyas.
Caen y se explotan en el suelo.
Aquel que las recibe en agradecimiento,
las absorbe y las multiplica.
Crece una flor de entre las piedras y tierra,
crece desde una semilla olvidada en el camino.
En sus pétalos está el vínculo con las abejas,
y en ellos, el arco iris refleja sus colores.
Lame una madre a su cría,
crece un feto dentro de un huevo.
La vida crece a todo momento,
hasta en la muerte fría.
Entre recuerdos de mis pasados,
entre suspensos de mis futuros.
Entre experiencias de la naturaleza,
entre idas y vueltas.
Todo transcurre entre un caer,
un crecer y florecer.
Transcurre entre nutrir y multiplicar,
entre dar y recibir en lo dado.
Vivir y morir, multiplicarse, multiplicando.
Saberse aquella gota, aquella flor.
Aquella asistencia al nacer,
naciendo en cada nacimiento.
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